Por:
Hada Jazmín Bautista
Liliana Janeth Amaya
Ramón Alfonso Navarro
Yarling Del C. Córdoba M.
Yeni Carolina Ramírez
Grupo:
446001 A _9
Tutor:
Nilson Yesid Moreno
Cátedra de Estudios Afrocolombianos
Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD)
a.
El proyecto político de las comunidades afrocolombianas
Podríamos definir el
proyecto político de las comunidades afrocolombianas como un proyecto de
resistencia, una lucha por la reivindicación histórica pero más allá de esto,
el movimiento político de las comunidades afrocolombianas debe entenderse como
una apuesta por la modificación de los paradigmas racistas y segregacionistas
en la sociedad colombiana.
Sin embargo, en el momento
actual que vive nuestro país, el proyecto político de cualquiera de los grupos
humanos es incierto, como es la realidad que nos circunda; nuestro país viene
sumergido en una crisis de tinte político y social de muchos años que ha
llevado a la polarización de las riquezas y a la concentración del poder en las
manos de unos pocos; por ende no hay ni justicia social ni equidad.
Si a esto le sumamos el
conflicto armado interno, es inimaginable la cantidad de circunstancias que
rodea a toda la comunidad, no solo a los afrodescendientes; aquí está
desamparado el campesino, la mujer embarazada, el niño, el anciano, el joven no
tiene expectativas de un futuro mejor, el profesional no tiene forma de
conseguir empleo; en fin la situación de conflicto armado, de desarraigo y de
desplazamiento forzado que se está viviendo afecta a todos, sin importar el
color de la piel; pero eso si, claro está que esto solo lo viven las personas
de las clases sociales menos favorecidas.
Por consiguiente, es posible
que las comunidades afrodescendientes carezcan de un proyecto político y social
que vislumbre cambios de tinte radical a las situaciones adversas que viven; es
todo un país el que, consumido por la politiquería y la corrupción, se ha
olvidado de la función que debe cumplir la democracia (representada en el
gobierno) en el desarrollo de los pueblos.
La Ley 70 de 1993,
considerada un logro del movimiento organizativo afrocolombiano de base popular
y campesina, otorga a la población afrocolombiana derechos constitucionales en
materia de educación, protección de la identidad cultural y desarrollo propio,
un paso importante para desarrollar los derechos territoriales, ambientales,
políticos, económicos, sociales y culturales de las comunidades negras y que se
logró fuera extensiva a toda la población.
b.
Línea del tiempo sobre los principales avances de los movimientos
sociales de los afrodescendientes
c.
Describan cómo encaja el etnodesarrollo el proyecto político de las
comunidades afrocolombianas
El etnodesarrollo está basado en una concepción dinámica y abierta
de los derechos humanos. Para los pueblos afro, etnodesarrollo significa sobre
todo la satisfacción de las necesidades humanas largamente denegadas y la
equidad en la distribución de los recursos y de los beneficios del
crecimiento. Combatir el racismo
estructural resulta por consiguiente una lucha por la sobrevivencia y la
equidad en el marco de contextos culturales y sociales específicos Encarar la
problemática del desarrollo desde esta perspectiva, ha llevado a conceptos
tales como autodesarrollo y
etnodesarrollo con identidad.
Con base en lo anterior, el
etnodesarrollo encaja perfectamente en las políticas de las comunidades afrocolombianas
ya que una de las características que tienen estos pueblos es que respetan la
diversidad cultural y el medio ambiente y mientras se respete y se cultive estos
valores el desarrollo llegará a estas comunidades. La misión esencial del
etnodesarrollo es lograr el equilibrio entre las necesidades de naturaleza y
las pretensiones de la libertad humana, es decir no sólo cuentan las
consecuencias medio ambientales sino también la gente que en ella habita.
Por otro lado, el desarrollo
total nunca dependerá de las leyes ni de los decretos hechos por el gobierno
dependerá del grado de conciencia que tengan las personas por que solo las
acciones, la conciencia colectiva, creativas y asociativas de nosotros como
actores y sujetos sociales lograrían realmente el cambio que esperamos.
Una gran ventaja es tener el
reconocimiento del Estado Colombiano y de las organizaciones internacionales en
cuanto a la multietnicidad y pluriculturalidad de este país ya contempladas en la
Constitución, estimulando así los procesos de etnodesarrollo Local y Regional.